miércoles, 15 de diciembre de 2010

Te venías, decías.

Me preguntaba la calle, la dirección, cada vez cual una idea dentro suyo vagaba. Aquel beso en piel, tan cerca mío, unísono sin ruido externo; tan sólo ella. Cierro los ojos, inestable sensación deseante al beso existente solo dentro suyo, fluyendo de aquel instante.
Tan tuya, convíve-me entre flores secas, y, mirando tu reflejo: discordia inexistente hasta decidir tú misma cercanía. Te venías -decías.

2.10.10
Tu mirada sensible a la mía
¿en dónde te encuentro?
Te busqué,
te encontré en segundos y
aún, primeramente,
¿dónde?

La necedad de tu existir


Para E.

Que queda el intento de vivirte otra vez, una y otra al recordarte, avivarte; tratar de comprender al sublevar de la razón etérea, inundando de delirio todo momento mío, y tuyo por tanto.

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿A dónde nos lleva Vida?
...al infinito del absurdo, a la música envuelta?